El agua un recurso ideal para disfrutar con la familia por los ríos

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Este fin de semana tuve que salir a terminar un nuevo libro dedicado a los paisajes del agua de Castellón. Me quedaba por ir a hacer fotos al Salto de la Novia en Navajas (Alto Palancia), un paraje que siempre recomiendo a los que se inician al senderismo con las familias por lo sencillo y refrescante del sendero.

El nuevo libro que presento con mi amigo Salva Blanco a finales de abril en la Feria del Libro, forma parte de la colección "Rutas azules: paseos por los paisajes del agua", y ya tuvimos la ocasión de recorrer y disfrutar el año pasado de los parajes de la provincia de Valencia.En mayo lo presentaremos en Montanejos y en Peñíscola y espero que en otros municipios que quieran poner en valor este tesoro tan preciado que es el agua en nuestras tierras.

Durante más de seis meses hemos recorrido ambos 22 paisajes donde el agua está presente, unas veces de forma más agreste con sus cascadas, pozas y barrancos, y en otras el paisaje más agrario que el agua ha dominado con sus acequias, pozos, embalses y molinos.

La provincia de Castellón ha sido una grata sorpresa en relación a los espacios naturales y rurales donde el agua fluye y está presente en cada rincón de los pueblos de montaña y los de la Plana de Castellón. Ahora me quedaba solo recorrer de nuevo el sendero que une Navajas con el paraje del Salto de la Novia que creo resume perfectamente la simbiosis entre la mano del hombre y la naturaleza.



Una ruta que empieza en la Plaza del Olmo y que desciende por callejuelas al río Palancia, un río del que viven muchas poblaciones aguas arriba (desde el nacimiento en Bejís) hasta su desembocadura en Sagunto. El sendero discurre paralelo al río, y tras dejar las casas colgantes de Navajas se adentra entre vegetación de ribera, el rumor del agua y el cántico de los pájaros en uno de los tramos más bonitos de la ruta. En pocos minutos habremos alcanzado dos fuentes, una de ellas con numerosos caños que permiten conectar con el camino asfaltado que lleva al salto. Enseguida un ruido nos llama la atención: es la cascada del tío Juan, que en esta ocasión desciende con fuerza el agua hasta el camino, incluso desbordando los escalones de acceso al mirador.

Tras disfrutar de esta bella y refrescante vista de la cascada, cruzamos el puente y nos adentramos ya en el pequeño valle del Salto de la Novia, reservado solo a caminantes y ciclistas, donde el coche no puede acceder. Aquí surge con fuerza desde las peñas el Salto de la Novia, y más abajo los visitantes disfrutan de sus numerosas pozas donde pueden recrearse en la leyenda de los dos novios y en la tragedia que ocurrió y que cualquier vecino te podría contar. Decidimos almorzar en el Salto en una playeta de hierba ideal. Más tarde decidimos seguir el sendero aguas abajo que conecta con Segorbe hasta llegar tras más de 45' con la famosa fuente de los Caños. Regresamos de nuevo al Salto por el sendero, y decidimos ir a comer al camping Alto Mira donde el gerente nos explica la cantidad de familias que vienen a hacer la vía verde de Ojos negros que está justo al lado del camping y del Centro de BTT Alto Palancia.



Decidimos andar un rato por la vía verde después de comer dirección hacia Jérica. Tras pasar un túnel un mirador nos ofrece magnificas vistas del embalse del Regajo, mientras pasan grupos de ciclistas y familias que han emprendido la aventura de esta ruta que enlaza las minas de Teruel con el puerto de Sagunto y que ahora es una vía verde para hacer ecoturismo.

Tras regresar de la vía verde, hablamos con el gerente del Centro de BTT ubicado en el camping, que nos aconseja venir otro día y alquilar una bici con la familia para disfrutar de uno de los tramos más espectaculares de la vía verde: desde Barracas el descenso por la vía pasando por Caudiel y Jérica.

Quedamos para otro fin de semana por la vía verde de Ojos Negros y le recuerdo que pronto presentaré un nuevo libro sobre los paisajes del agua donde Navajas y el Alto Palancia están bien presentes ya que es una comarca donde el río, afluentes y sus fuentes son uno de los tesoros que entre todos. habitantes y visitantes debemos conservar como un bien preciado y escaso.